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Mérida, enclaustrada en estructuras de cemento

De un lugar a otro, el vecino de Mérida va en busca de un «desestrés» – apunta -. En varias ocasiones solo se encuentra en un sitio distinto al que normalmente se acude. Mas no solo se trata de cambiar el campo visual; Hay particularidades del sitio que pueden alterar su sistema nervioso en lugar de relajarlo.

Atrapados en la urbanización, así como poco a poco han quedado limitados los habitantes de Mérida; Porque los terrenos verdes de los espacios públicos han cedido antes de la comercialización y la edificación. Esa es la teoría construida desde la práctica diaria, el especialista en temas de depresión y suicidio, Gaspar Baquedano López, acuña hoy en día. Derivado de su experiencia con pacientes, comprobado qué, tratando de encontrar sitios abiertos para la relajación, los meridanos terminan en las diversas paredes de concreto.

De un lugar a otro, el vecino de Mérida va en busca de un «desestrés» – apunta -. En varias ocasiones solo se encuentra en un sitio distinto al que normalmente se acude. Mas no solo se trata de cambiar el campo visual; Hay particularidades del sitio que pueden alterar su sistema nervioso en lugar de relajarlo.

«Pacientes con problemas de ansiedad señalando que es un parque muchas veces no es una opción, factores como los moscos, la basura o el mal estado en el que se encuentra, no hay motivo para visitar el lugar. Por lo tanto, preferimos acudir a una plaza comercial ” , agrega también el fundador de ECO Escuela de Conciencia .

La «claustrofobia urbana» , como Baquedano López, define una nueva condición social de estrés, se genera muchas veces desde la casa. Indica que la vivienda económica reduce los espacios reducidos, dentro de los cuales conviven muchas personas y la privacidad desaparece. “Ahí surgen problemas de ansiedad, fobias… los habitantes de las casas se sienten encajonados, según lo que escuchó. Los parques, por otra parte, están sucios, deteriorados, inseguros, y en varias zonas de la ciudad se han transformado en áreas de acoso o robo comenta

Lamenta que son las plazas comerciales que se ocupan de los espacios públicos, los parques y las áreas verdes, para el final se trata de las construcciones en el que el individuo cae en un nuevo encierro.

Vamos a más que para comprar, para disfrutar del aire acondicionado, caminar y distraernos. Algunos de ellos son las playas para relajarse, pero muchas veces se encuentran con la aglomeración de la gente o el ruido; es cuando la experiencia ya no es placentera ”, señala.

En pacientes con estrés, ansiedad y depresión, los sonidos que ayudan son el canto de los pájaros y el viento.

“Se nos ha enclaustrado en la estructura del cemento”, sentencia Gaspar Baquedano, como último recurso para escapar de los caos en la casa se suele recurrir al trabajo; Un espacio ajeno a las cotidianidades del hogar, pero también en los otros inconvenientes, nuevamente encerrados en otras paredes.

Con estas buenas condiciones, con buenas condiciones, bien alumbrados para caminar, meditar o incluso leer un libro. También como ciudadanos, debemos cuidar el mobiliario y no pegar chicles, pintarlo con aerosoles o incluso dañarlo. Hay que ser con los demás; con los otros que forman parte de la comunidad.

Fuente: Metrópoli MID

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